En el Día Interamericano de la Calidad del Aire te invitamos a conocer la importancia de comunicar de manera asertiva estas temáticas y a navegar en este importante concepto
La calidad del aire es un recurso vital para la salud humana y el bienestar del medio ambiente. Aunque su presencia es esencial para la vida, la contaminación del aire puede tener impactos negativos significativos en la salud de las personas y en la ecología del planeta. Así mismo, la comunicación efectiva sobre la calidad del aire es esencial para informar y concientizar a la sociedad sobre los riesgos asociados con la contaminación y promover acciones que mejoren la calidad del aire.
Según el informe World Air Quality Report 2022, Perú y Chile se encuentran entre los países con mayor nivel de contaminación del aire en el mundo. Estos dos países sudamericanos ocupan los puestos 38 y 43 del ranking global, respectivamente. Santiago de Chile y Lima son las ciudades más contaminadas en Sudamérica, seguido de Ciudad de México, Ciudad de Guatemala, Bogotá y Buenos Aires.
La calidad de aire y sus componentes
La calidad del aire se refiere a la composición química y física del aire que respiramos. Está compuesta por diversos gases y partículas suspendidas en la atmósfera. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, los principales contaminantes del aire incluyen:
– Material particulado (PM2.5 y PM10): Son pequeñas partículas suspendidas en el aire que pueden penetrar en los pulmones y causar problemas respiratorios y cardiovasculares.
– Dióxido de Nitrógeno (NO2): Producido por la quema de combustibles fósiles, puede irritar los pulmones y empeorar enfermedades respiratorias.
– Dióxido de Azufre (SO2): Emitido principalmente por la quema de combustibles fósiles que contienen azufre, puede causar problemas respiratorios y contribuir a la lluvia ácida.
– Ozono (O3): A nivel del suelo, es un contaminante que puede dañar el sistema respiratorio y aumentar los problemas de asma.
– Compuestos Orgánicos Volátiles (COV): Emitidos por actividades industriales y vehículos, pueden contribuir a la formación de smog y afectar la calidad del aire.
Comunicación asertiva
La comunicación efectiva sobre la calidad del aire desempeña un papel crucial en la protección de la salud pública y el medio ambiente. Por una parte, informa al público sobre los riesgos para la salud y el medio ambiente debido a la contaminación del aire, ayuda a crear conciencia y fomenta la adopción de comportamientos más sostenibles. Adicionalmente, la información precisa y comprensible empodera a las personas para tomar decisiones informadas sobre su exposición al aire contaminado y cómo pueden protegerse.
A través de una buena comunicación, también inspira cambios en el ciudadano del común, como el uso de transporte público, la reducción de la quema de biomasa y la elección de energías limpias. Así mismo, impulsa a los gobiernos y las empresas a tomar medidas para reducir la contaminación del aire y mejorar la regulación ambiental. Otro punto fundamental de una buena comunicación sobre este tema, es que fomenta la colaboración entre diversos sectores de la sociedad, para abordar conjuntamente estos desafíos. Si conocemos el accionar del otro, podemos sumar en su iniciativa sin duplicar esfuerzos.
En 2019, el 99% de la población mundial vivía en lugares donde no se respetaban las Directrices de la OMS sobre la Calidad del Aire. Según datos de esta misma organización, los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente y del aire doméstico se asocian a 6.7 millones de muertes prematuras cada año.
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