En Colombia 2,7 millones de personas, que equivalen al municipio de Córdoba, se acuestan en las noches con hambre crónica y 8,5 millones, equivalentes a los habitantes de Bogotá, no consumen una cantidad necesaria de comida en cada jornada.
Cada año, toneladas de comida terminan en los vertederos, contribuyendo al desperdicio alimentario global. Sin embargo, en la cocina, se está gestando una revolución que busca transformar esta situación. Aprovechar al máximo cada ingrediente y reducir el desperdicio se ha convertido en una misión para muchos chefs y amantes de la gastronomía conscientes.
La importancia de esta práctica va más allá de simplemente evitar el desperdicio. En un mundo donde la producción de alimentos tiene un impacto significativo en el medio ambiente, el aprovechamiento de las sobras se presenta como una oportunidad para reducir la huella ecológica. Desde la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero hasta la conservación de recursos naturales como el agua y la tierra cultivable. Cada porción de comida rescatada se convierte en un pequeño acto con un gran impacto ambiental.
La creatividad desempeña un papel crucial en esta práctica. Los chefs han encontrado maneras innovadoras de transformar restos de alimentos en platos deliciosos. Desde utilizar cáscaras de frutas y vegetales para hacer caldos aromáticos hasta convertir sobras de carne en rellenos sabrosos. El arte de aprovechar abre un mundo de posibilidades culinarias.
Uno de cada tres alimentos producidos en Colombia se desperdicia cada día, es decir que aproximadamente 9,7 millones de toneladas son perdidas al año de las cuales el 21% ocurre en su distribución por parte de retailers, tiendas, restaurantes, entre otros. Para esta situación fundaciones, entidades o independientes han tomado la iniciativa de aprovechar hasta el último gramo de alimentos, en este caso lo que sobra de ellos.
En el mundo de la gastronomía, hay una tendencia en alza que va más allá del plato: el aprovechamiento de las sobras alimenticias, al punto de crear sus propios emprendimientos basados en las sobras y aquellos que dentro de su línea gastronómica como oferta optan por tener un compromiso en la reducción del desperdicio alimentario.
- LastFood: Una aplicación con base en Medellìn que procura rescatar alimentos preparados en restaurantes que no alcanzaron a llegar a los clientes y que por cualquier razón se encuentran en condiciones ideales para ofrecerlo a alguien más. Esta aplicación entonces conecta a las personas que quieren ahorrar y adquirir productos de calidad.
- Machine Learning: Es una plataforma con la que se calcula la demanda por días y semanas, ayudando no solo a vender la comida que sobra, sino también a evitar que la comida sea preparada con un análisis predictivo casi al 100%
- Harry Sasson – Restaurante Harry Sasson: Ha sido un defensor de la cocina sostenible, promoviendo el uso responsable de los ingredientes y técnicas que minimizan el desperdicio.
- Restaurante Mil – Chef Leonor Espinosa: Reconocido por su compromiso con las comunidades locales y su enfoque en rescatar ingredientes olvidados y técnicas ancestrales.
Existen desafíos en este modelo de negocio, como la logística para garantizar la frescura y calidad de los alimentos, así como la gestión adecuada de la oferta y la demanda para evitar excedentes.
A pesar de estos desafíos, el negocio de vender lo que sobra en restaurantes está ganando terreno y se presenta como una vía prometedora para abordar el problema del desperdicio de alimentos al mismo tiempo que ofrece beneficios tanto para los establecimientos gastronómicos como para los consumidores conscientes de la sostenibilidad.
La Seguridad Alimentaria nos compete a todos. Desde la siembra en las áreas rurales de nuestros países con los campesinos de protagonistas, pasando por los transportadores, intermediarios y empresas que procesan y producen los alimentos que finalmente llegarán a la mesa del consumidor. Frente al debate de cómo mejorar la seguridad alimentaria en el mundo hay posiciones de trabajar desde el campo con tecnología e innovación para mejorar la calidad de los productos y otros mencionan la importancia de cambiar los estilos de vida del consumidor quiénes son los que finalmente toman la decisión de compra y exigen a las empresas la calidad de sus productos.
En CECODES somos conscientes de la importancia de la Seguridad Alimentaria, por el cual también tenemos una revista sobre este tema, ya que consideramos indispensable conversar sobre esta temática y ponerlo sobre la mesa desde hace algunos años, apalancados en las iniciativas desarrolladas y lideradas por nuestra casa matriz el WBCSD. Finalmente, para continuar nuestro compromiso, nos unimos a ABACO para promover la gestión de los Bancos de Alimentos en Colombia. Por esto, los invitamos a unirse a la construcción del Banco de Alimentos en el Pacífico a través de La donatón por un futuro sin hambre, edición Pacífico que se llevará a cabo el próximo 06 de diciembre. Conoce dando clic aquí