El Informe de Riesgos Globales 2025 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) ha señalado nuevamente la desinformación como uno de los desafíos más importantes para la estabilidad geopolítica y social a nivel mundial. Este es el segundo año consecutivo en que el problema se posiciona como un riesgo prioritario, destacando su papel como catalizador de otros problemas globales. Cabe resaltar que este informe es construido a partir de las perspectivas de 900 expertos alrededor del mundo quienes se han puesto de acuerdo en este riesgo como fundamental a tratar en los próximos dos años.
La desinformación como arma geopolítica
La proliferación de contenido falso o engañoso está complicando el entorno geopolítico. Se ha convertido en un mecanismo clave para que entidades extranjeras influyan en las intenciones de los votantes, siembren dudas sobre acontecimientos en zonas de conflicto y deterioren la imagen de productos o servicios de otros países lo que evidentemente afectará la sostenibilidad de las empresas. Ejemplos recientes, como noticias falsas relacionadas con el conflicto en el Catatumbo o información engañosa sobre el cambio climático, muestran cómo este fenómeno exacerba la polarización social y agrava los conflictos armados.
Según Mark Elsner, director de la Iniciativa de Riesgos Globales del WEF, “la desinformación no opera de forma aislada; es un catalizador que exacerba otros riesgos, como la polarización social y la inestabilidad política”.
El impacto de la tecnología y los algoritmos
El creciente uso de plataformas digitales y el aumento del contenido generado por inteligencia artificial (IA) están haciendo que la desinformación sea más omnipresente y divisiva. La inteligencia artificial generativa (GenAI) ha reducido las barreras para la producción de contenido, permitiendo que actores malintencionados, gobiernos y grupos activistas expandan sus campañas de desinformación con mayor alcance e impacto. Además, la falta de transparencia en los modelos algorítmicos dificulta la detección de vulnerabilidades y la mitigación de amenazas. En este punto, es importante que se comprenda que quiénes entrenan o enseñan a la IA para trabajar somos los mismos seres humanos, por lo cuál debemos cuidar el cómo creamos este tipo de tecnologías, las usamos y finalmente las dejamos actuar en nuestros ejercicios profesionales como periodistas y comunicadores.
El sesgo algorítmico también es una preocupación creciente, especialmente en contextos de polarización social y política. La mayor digitalización facilita la vigilancia tanto por parte de gobiernos como de actores malintencionados, aumentando el riesgo en sociedades cada vez más fragmentadas.
Consecuencias para la confianza y la cohesión social
La desinformación ha erosionado la confianza en los medios de comunicación y en las instituciones. En una muestra de 47 países, solo el 40% de los encuestados afirmó confiar en la mayoría de las noticias. Este fenómeno afecta particularmente a sectores como la academia, el gobierno y el sector privado, que además de ser los más perjudicados, tienen la responsabilidad de recuperar la confianza de sus grupos de interés a través de la transparencia.
Hacia una solución
Para abordar este riesgo global, el WEF propone las siguientes acciones:
- Ampliar la capacitación en habilidades digitales: Especialmente para las personas que desarrollan y utilizan algoritmos automatizados, con el fin de reducir los sesgos y fortalecer la seguridad. Así mismo para todos aquellos en el sector privado y a periodistas y comunicadores para advertir de sus riesgos y oportunidades y tomar mejores decisiones.
- Incrementar la financiación para la alfabetización digital: Ayudar a los ciudadanos a identificar y evitar contenido falso o engañoso. Para ello la educación constante de todos los actores de la sociedad debe ser primordial, generando confianza con los grupos de interés, dando a conocer un diálogo transparente, por ejemplo entre empresas y clientes; empresas y proveedores, entre otros.
- Mejorar los marcos de responsabilidad y transparencia: Promover prácticas que fortalezcan la confianza en las plataformas digitales y las instituciones. Para ello, los informes de sostenibilidad y mecanismos de comunicación que tienen las empresas deben ser utilizados con precaución y transparencia, dando a conocer las buenas prácticas y también aquellas que merecen oportunidades de mejora.
En un mundo donde la desinformación continúa ganando terreno, la transparencia y la educación digital son herramientas esenciales para mitigar este riesgo y proteger la cohesión social y la estabilidad global. Por ello, desde CECODES y al crear la Red de Periodistas por el Desarrollo Sostenible, nos hemos dado la oportunidad de capacitar y sensibilizar a los periodistas y comunicadores de la región en temáticas de sostenibilidad con enfoque empresarial, basados en el conocimiento técnico y teórico pero unificando el lenguaje a través de la sencillez del mismo, para que todos los profesionales de la comunicación tengan las herramientas necesarias para impactar positivamente y hacer frente al gran desafío de la desinformación.